Como los perros
atados en la puerta del súper
a cada rato, el corazón
un vuelco y enseguida
la desilusión, la posibilidad
de que nunca venga
el que esperan
y de ahora en más
esto sea todo.
a cada rato, el corazón
un vuelco y enseguida
la desilusión, la posibilidad
de que nunca venga
el que esperan
y de ahora en más
esto sea todo.
(Lara Segade, 1981)
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