sigue armada, lejos
quedó la primavera, el verano
el calor sofocante
que nos llevaba a tirarnos
de cabeza al agua fresca.
Lejos quedaron las ganas de llenarla, de estar mojados
pensando en playas
y mujeres hermosas.
Pero sigue armada
en el fondo, resiste
entre hojas secas,
agua sucia verde,
resiste en el viento del invierno,
a veces, alguna tormenta
la limpia y me ahorra
el trabajo que debería hacer.
De vez en cuando, mi abuela se acuerda
y me dice: Ariel, cuándo vas
a desarmar la pileta?
Mañana, nona, mañana.
(Ariel Delgado, 1985-2011)
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