En este bar donde paso todas mis horas y transpiro
nadie me conoce
yo quisiera cocinarles una ofrenda, siempre ha sido la forma
de ofrecer mi cabeza
si la pudieran ver, es blanca como un pedazo de pan
de leche, pero no hay con qué
hacer
y una mujer sin cuchillo no puede mostrar
su corazón.
nadie me conoce
yo quisiera cocinarles una ofrenda, siempre ha sido la forma
de ofrecer mi cabeza
si la pudieran ver, es blanca como un pedazo de pan
de leche, pero no hay con qué
hacer
y una mujer sin cuchillo no puede mostrar
su corazón.
Malena Saito (1994)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario