domingo, 30 de enero de 2022

Jacobo Fijman * Ha caído mi voz...

Ha caído mi voz, mi última voz, que aún guarda mi nombre. 

Mi voz: 
Pequeña línea, pequeña canción que nos separa de las cosas. 

Estamos lejos de mi voz y el mundo, vestidos de humedades blancas. 

Estamos en el mundo y con los ojos en la noche. 
Mi voz es fría y sucia como la piel de los muertos. 



(Jacobo Fijman, 1898-1970)


sábado, 29 de enero de 2022

Silvina Giaganti * Heads over heels

Como una cinta paralela que corre
por abajo de lo que son estos días
las vidas acumuladas, perdidas
nos mandan señales de algún lado.
Silvina y yo sentadas
en el living de la casa de sus padres,
piso 14, Catalinas Sur. Sonaba
Head Over Heels, me dice: Cocteau Twins es
para escuchar a las 3 de la tarde, tomando un té con sol
entrando por la ventana. Tenía todos sus discos
y la caja completa que le trajo el primo de Estados Unidos.
También tenía un novio que hasta que no lo dejó
no dejé de ser su amiga.
Silvina, volvíamos de bailar de Caniche, cruzábamos
Patricios, Almirante Brown, a las 6 de la mañana
atacábamos la heladera, en MTV el chico de Blur saltaba
en un parque de diversiones, Dolores O’ Riordan cantaba
en una calle de Irlanda. Le gustaban las chicas
flacas y rapadas. Estuvo con una así antes de estar conmigo.
Después de la primera vez que cogimos
me dejó de hablar por dos años.
En la película After Life te incrustan un recuerdo
que elegís para llevar después de muerta.
Yo, por ahora, el beso en el reservado de Bunker,
junio del 97, las bocas tratando de imponerse. Las lenguas,
duras como espadas. Habíamos bailado y tomado alcohol.
No prendimos la luz cuando llegamos
a Tucumán y Jean Jaurés, la primera casa sola
que había sido de su abuela. La Menorah y las copas
de cristal talladas, una arcada dividía
el living del comedor, la herencia familiar, la urgencia
por hacer el simulacro de reproducción de la especie
aunque fuéramos mujeres. Quiso poner Brian Ferry,
escuchar algo elegante, le dije, no hace falta ambientar nada
de lo que está pasando acá.
Después, el colchón de una plaza en el piso, la botella
de agua fría al costado, subíamos y bajábamos iluminadas
por las llamas naranjas de la estufa del pasillo, hueso
contra hueso y contra la parte blanda. Perdí la cabeza, la vara
del amor, del sexo, del deseo no la bajé más.
 
 
 
(Silvina Giaganti, 1976)

viernes, 28 de enero de 2022

Fabián Casas * La historia de New Order

Imaginen a Sísifo con la roca en el piso,
sus brazos agarrotados de cansancio
y fumando un pucho antes de volver al karma.
Cuando Ian Curtis se ahorcó, la banda no se desmembró,
pero tampoco intentó embalsamarse
con un nuevo cantante. Nada de taxidermia.
Establecieron un nuevo orden,
buscando atravesar la angustia
hasta llegar a la libertad. Y casi
nunca cantaban las canciones viejas.
 
 
 
(Fabián Casas, 1964)

miércoles, 5 de enero de 2022

Susana Villalba * La pantera

Matar al animal
requiere un animal
sin sombra.
Vas caminando por un monte
o te parece, no sabés dónde estás;
creés que lo sabías
cuando llegaste.
Ese negro
bien puede ser una pantera
o mujer,
no te das cuenta.
La mirada salvaje te gusta,
no, te calienta.
No, te mira
como quien no comprende
dónde está.
Ya estás perdida,
tendrías que llevarla a tu casa
pero sabés cómo termina:
un animal herido
siempre ataca.
Tendrías que matarla,
ahora,
antes de que sea tarde
o por piedad.
Pero esa mirada es una trampa,
si es pantera
sabe matar mejor
que vos.
Nadie sabe tu nombre
aquí
y ahora él
o mujer te da la espalda.
Pensás en un Remington
liviano
de distancia corta.
Pero nadie escucharía,
Red Hot los distrae,
a vos también.
Y no se mata por la espalda,
lo viste en las películas
o creés en eso.
Matar
es otra cosa.
Ahora te mira y ya sabés,
vas a llevarla a tu casa.
Está tocado por la gracia,
está a la vista
o vos lo ves, no estás segura,
o tiene algo
que creés comprender.
Y sin embargo
sabés cómo termina:
no sabés cómo
te hirió si te quería.
No querés acercarte,
te mira como miran los gatos
cerrando los ojos.
Es un hombre
por la manera de fumar,
se apoya en la barra
frente a vos,
los dos están perdidos.
Pensás en el Remington,
nunca tuviste uno.
Matar es otra cosa.
Nadie parece comprenderlo,
el negro tampoco pero ve
que tenés un cigarrillo
en la mano
y otro ardiendo
en el cenicero;
se acerca y lo fuma.
Estás perdida,
creés saber cómo termina
y volvés a equivocarte,
apaga el cigarrillo
y se va.
Ahora nadie
se parece a tu deseo.
Y es que no se parecía.
Una pantera perdida
en su memoria
o forma de mirar
o lo que fuera
que no vas a saber.
Tomás un taxi pensando
demasiada belleza no es el móvil,
es la coartada.
Para matar a una pantera
hay que cerrar los ojos. 
 
 
 
(Susana Villalba, 1956)

martes, 4 de enero de 2022

Hernán * En el mero andén de Castelar...

en el mero andén de castelar
hay una puerta que da a un cuartito inmundo

ahí junto a 4 sospechosos
3 policías
1 damnificado y 1 testigo
estoy yo
el segundo testigo

veo como buscan en el revés de las medias
debajo de las plantillas
adentro de los bolsillos
y así hasta la desnudez

mirando sus espaldas
sus ruegos de orina
pienso en el 25 que llevo encima

más tarde vamos en auto hasta la comisaría
declaramos y firmamos y subimos
a una patrulla que nos devuelve
testigos al andén

3 horas después
1 tarde menos
un 25 por delante.
 
 
 
(Hernán, 1971)

lunes, 3 de enero de 2022

Francisco Garamona * Heridos

Saltar de un puente al río,
besar a una chica
a la sombra de un ciruelo,
encontrar un círculo
diminuto en el paisaje
entrar por ahí y ver
que estás en el futuro.
La bala lenta del amor nos lastimó,
nos dejó heridos.
Fuimos a hospitales suburbanos
y ahí nos cuidaron,
nos trataron bien.
Pasábamos horas hablando
de una cama a la otra.
La luz del día rebotaba
en tu cabeza y en la mía.
Pero estábamos cada día mejor.
Una mañana en el patio del hospital
te pusiste a hacer piruetas.
Colocaste una fruta sobre tu hombro.
Una planta en tu frente, caminaste con ella
y te fuiste alejando hasta que te perdí de vista.

 
 
(Francisco Garamona, 1976)

domingo, 2 de enero de 2022

Ioshua * Haceme un pibe

Haceme un pibe
yo te prometo
una casa
un jardín
un perro
una cena caliente cada noche
y cada mañana las sabanas desechas.

Wacho haceme un pibe
yo te prometo
dejar la gilada
bajar el escabio
y no volver a enamorarme de ningún otro nunca mas.

Wacho por favor haceme un pibe
yo te prometo
una casa
un jardín
un perro
un hijo al que ambos llamaremos por el mismo nombre.

Haceme un pibe
y te prometo que nunca más estaremos solos
ni vos ni yo ni él. 
 
 
 
(Ioshua, 1977-2015)

sábado, 1 de enero de 2022

Daiana Henderson * Un balcón es una viñeta

La apertura del invierno
inaugura la temporada
de los abandonos.
Como si algún organismo
interno, se rehusara a recurrir
a los recursos gratuitos
de la supervivencia humana.
Todas las luces
de los edificios se terminan
junto con tu cigarrillo.
Apago el televisor,
me pregunto cómo se habrán escuchado
las cosas que te dije
desde donde te encontrabas.
Prendo uno para que algo,
en el espacio de la ciudad
que crece entre nosotros,
permanezca encendido.
 
 
 
(Daiana Henderson, 1988)