lunes, 24 de julio de 2023

Alejandra Pizarnik * La última inocencia

Partir
en cuerpo y alma
partir.

Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta.

He de partir
no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más fila para morir.

He de partir

Pero arremete ¡viajera!



(Alejandra Pizarnik, 1936-1972)

domingo, 23 de julio de 2023

Nía Martínez * Amé un par de veces...

amé un par de veces
y se pareció mucho a esa tarde
cuando aprendí a nadar abajo del agua
tomé todo el aire que pude
y me sumergí el mayor tiempo posible
sabiendo que en algún momento iba a tener que salir
para seguir viviendo
 
 
 
(Nía Martínez, 1985) 

sábado, 22 de julio de 2023

Analía Fernández Fuks * Toda mudanza

Toda mudanza
aunque sea temporaria
por tres, doce o veinticuatro meses
Toda mudanza
aunque sea en pareja
con amigos o en familia
Toda mudanza
es en soledad y para siempre.



(Analía Fernández Fuks, 1985)

viernes, 21 de julio de 2023

Celeste Gianetti * Uttanasana

El error no es una arruga en las cosas. No
es la incongruencia de un relieve. El error
es liso. Una llanura que habrá que doblar.
Que no significa doblegar sino agarrar
de dos puntas el océano, estirar
la alfombra, el campo y ensimismar a la mitad.
El desierto, las sábanas, el lago.
Las salinas grandes de Jujuy.
Si lo que es arriba
es abajo, yo me doblo y soy igual.
Tengo dos brazos: dos piernas - los codos son
rodillas -    
    Mi garganta es
un tubo húmedo: mi vagina lo es.    
    Mi corazón es
un motor sangriento: mi útero también.



(Celeste Gianetti, 1996)

jueves, 20 de julio de 2023

Cecilia Moscovich * Desmontar una casa

Empiezo por el corazón de la casa:
la biblioteca.
Empiezo por ahí porque sé
que cuando la biblioteca esté desarmada
yo estaré lista para partir.

Guardo los libros amorosamente
igual que se acuesta a un niño
y pienso que está bien
tratarlos así
porque ellos también me tejieron un nido.

¿En cuántas cajas cabe una casa?

La mayor parte de las cajas
las ocupan los libros.
En otras pocas, que no me importan,
van las ollas.
Después están los adornos
las chucherías que me regalaron
las que compré en ferias
traje de viajes
o fueron de alguien muy querido.

A medida que embalo también me desprendo
de las cosas que ya no quiero que me acompañen.

Todas las mudanzas
son pequeñas exploraciones arqueológicas.
Atrás de los muebles, entre la pelusa
aparecen objetos abandonados
disparando un recuerdo.

Aparecen llaves que ya ni sé
qué cerraban o qué abrían,
cosas que me volví loca buscando,
anotaciones de otra vida,
fotografías olvidadas,
remedios vencidos,
insectos disecados.

Está el cajón de las cosas inclasificables
o clasificadas por un loco:
ese cajón se muda así.

¿En cuántas cajas cabe una casa?

Separo lo prescindible
de lo esencial,
que es lo que embalo en el último momento.

Voy desmantelando la que fue mi casa
la voy haciendo lentamente inhabitable
Voy creando poco a poco
un estado de precariedad
que hace más fácil
hacerle frente
a mi decisión de marcharme.
 
 
 
Cecilia Moscovich (1978)

miércoles, 19 de julio de 2023

Soledad Castresana * Tabú

¿Será que si me cortan las dos tetas, por fin
voy a poder andar por la calle con la camisa
abierta y sin corpiño para que el aire
me bese la piel en los días de tanto calor?
No. Tampoco nos dejan mostrar las cicatrices.



(Soledad Castresana, 1979)

lunes, 3 de julio de 2023

Miguel Ángel Federik * Cuando baje el Gualeguay

Cuando baje el Gualeguay,
cuando deje de cortejar nidales ateridos
y regrese entre balsas de hojitas a su caja de greda;

cuando baje el Gualeguay,
cuando vuelva del aguaribay y las lagunas,
la boca llena de pimientas y de oros del celaje;

cuando vuelva el azul al ojo de las vacas
y el moscardón verifique que con el sonar de sus bajos
el sepia lento de sus barrancas curvas,
cuando baje el Gualeguay;

cuando recobren su sintaxis las urdimbres del sauce
las palabras serán piedritas de colores en la orilla.

Cuando música y eco de palas de remos
de canoas invisibles reverberen entre vapores y colinas,
cuando baje el Gualeguay.

Cuando baje el Gualeguay
y las garzas impriman en arcilla morada
las notas de la canción que termina
donde comienza el vuelo;

cuando el sarandí abanique las faldas de las hadas fluviales
y ensayen sus letanías la madre biguá,
la madre crespín, la madre iguana
y todas las madrecitas de la ribera aparecida,
cuando baje el Gualeguay;

cuando la capibara sacuda el barro de sus tetas
y el río huela a pisingallos y azufre
con la orquesta en su punto, con el agua en su flecha;

cuando baje el Gualeguay
y yeguas de cobre bañadas en rocío retocen
entre perros de luz y palmares de hondura;
cuando baje el Gualeguay,
cuando olvide de su condición de hijo único
y en leguas de niebla levite
ante el piadoso bisbiseo de los desamparos;

cuando todo huela a leche de tases,
a piel de guazuncho, a lana mojada, a boga con luna,
a jabones del aire, a leña verde de trapos colgados;

cuando baje el Gualeguay,
veré el volcán con palitos de la hormiga,
las ruinas del mandala de las arañas lunares del monte,
el ay de las criaturas ahogadas, en la luz y en el aire.

Cuando baje el Gualeguay,
iré a leer los ideogramas de las garzas,
la canción que termina donde comienza el vuelo
y las garzas son garzas para siempre,
cuando baje.
 
 
 
(Miguel Ángel Federik, 1951)

domingo, 2 de julio de 2023

Nadia Sapag * Lampalagua dorada...

Lampalagua dorada
asfixiame con el abrazo de tu cuerpo
doblame toda
haceme un nudo y cogeme
pija con moluscos
flecha venenosa.



Nadia Sapag (1984)

sábado, 1 de julio de 2023

Roberto Juarroz * 9

Pienso que en este momento
tal vez nadie en el universo piensa en mí,
que sólo yo me pienso,
y si ahora muriese,
nadie, ni yo, me pensaría.

Y aquí empieza el abismo,
como cuando me duermo.
Soy mi propio sostén y me lo quito.
Contribuyo a tapizar de ausencia todo.

Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo. 



(Roberto Juarroz, 1925-1995)