viernes, 31 de diciembre de 2021

Olga Outside * La hora exacta

Un motor creciendo
entre el vacío de la calle
y petardos ansiosos
me hizo desviar un ojo
un instante
de la trayectoria del pacman
y buscar el ángulo
inferior derecho de la pantalla.
Son las 23:58
y pasa un bondi
por la puerta de casa.
El chofer
y tal vez algún pasajero
comenzarán el año
esperando el verde
en el semáforo de Sáenz.

 

(Olga Outside, 1980)

jueves, 30 de diciembre de 2021

Susana Cabuchi * Siria

 A Jeannette Kabouchi. A Siria.
 
 
I
Ha despertado
seguramente temblorosa.
Ha escuchado los ayes
ascender las piedras de Sednaya,
ondular sobre las cambiantes dunas
hacia el desierto,
reptar entre los arcos de Palmira,
crecer en los olivos.
Por favor querida, dice
desde ciudades inolvidables
a la hora del sueño.
Por favor querida,
insiste,
escriba sobre Siria.

II
Juntas hemos visto
los juegos del Mediterráneo
frente a las costas de Latakia
y las manchas lejanas de la tierra turca
a través del mar.
Sabe que escuché, conmovida,
cinco veces al día
el hondo llamado a la oración
que surge, poderoso y verdadero, desde
las mezquitas, desde sus altos minaretes.
Sabe que me gustaba caminar
hacia el zoco Al-Hamidiyah
para oler los tejidos
y las especias.
En mitad de la noche
ha querido llamarme. A pesar
de los años y la distancia.
Debió recordar que en la Feria
del Libro de Damasco
me vio adquirir obras
escritas en un idioma que no leo
y que algo en mí reconoció los signos,
esas suaves y delgadas canoas
sobre el papel, esas líneas
de arenas y de vientos.

III
Jeannette,
la prima de mi padre,
no usa velo.
Simplemente lo prefiere así.
Ella es cristiana, Fayez
su esposo, musulmán.
Hemos viajado al mar,
hemos nadado juntas
vestidas con trajes de baño occidentales
como las cristianas y las judías
mientras las musulmanas jugaban
en el agua
con sus largos vestidos mojados
adheridos al cuerpo, más sugestivas
que las turistas europeas
que extendían sus claras
y desnudas figuras
en las playas doradas.

IV
Qué sé, qué desconozco para que ella repita
varios meses después, Susana, no lo olvide
-suena firme su voz en el teléfono-
escriba sobre Siria.
Qué espera, qué me pide?
Hablaré de Quneitra,
del pasto crecido sobre los escombros,
de los testimonios del Golán?
Ibrahim me muestra unos montículos de nada
y dice: esta era mi casa.
Por esta calle iba a la escuela cada mañana.
Y señala la escuela, lo que debo
creer que fue una escuela,
cemento y hierros
arrasados por las topadoras.
De quiénes eran las tumbas?
Cuántos lloraban entre los olivos?
Alguien preguntó
sobre la poesía después de Auschwitz,
también yo lo pregunto
desde las ruinas de Quneitra,
sus hospitales muertos, sus calles incendiadas,
las infinitas filas de cruces blancas sobre
la vergüenza del mundo.
De quiénes son las tumbas?
Cuántos lloran entre los olivos?
 
 
 
(Susana Cabuchi, 1948-2022)

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Ariel Delgado * Mi ex novia

Mi novia está acostada
en la cama,
las sábanas le cubren
hasta las costillas,
el pelo le deja
la cara cortada
en mil rayas.
Está dormida
y estoy seguro
que dejé
más que mi amor
en sus labios.
Somos jóvenes
pero eso se pierde con el cuerpo,
estamos enamorados
pero eso se olvida con la costumbre,
sin embargo
todas las veces
que ha quedado dormida
entre las sábanas
 
digo, no sé… 
hay cosas en este mundo
que nunca se extinguirán.
 
 
 
(Ariel Delgado, 1985-2011)

martes, 28 de diciembre de 2021

Pola Huarte * El Manteca polvo gol

me acuerdo
que en una época
te ponías las pilas

te bancabas como una reina
ñoquis con mi familia
rituales inevitables
fotos familiares
y anécdotas repetidas

todo valía la pena
para el mejor polvo dominguero
mientras de fondo un triste Araujo
gritaba los goles de Manteca Martinez
en el suplementario del segundo tiempo
y el sol dibujaba sus últimas horas
sobre el anden de Belgrano R.

¡la puta!... ¡qué recuerdos!
los 90 eran la gloria
el olimpo del garchismo
los amores sin curitas
me acuerdo
que en una época
te ponías las pilas

te bancabas como una reina
ñoquis con mi familia
rituales inevitables
fotos familiares
y anécdotas repetidas

todo valía la pena
para el mejor polvo dominguero
mientras de fondo un triste Araujo
gritaba los goles de Manteca Martinez
en el descuento del segundo tiempo
y el sol dibujaba sus últimas horas
sobre el anden de Belgrano R.

¡la puta! .. ¡qué recuerdos!
los 90 eran la gloria
el olimpo del garchismo
los amores sin curitas

me acuerdo
que en esa época
te ponías las pilas
(como nadie)

y hoy
no te puedo traer a mis días
ni con el tren línea Mitre
ni con una buena paja
sufro la agonía
del identikit de tus piernas
de tu olor a rascacielos
sufro la idea
de cruzarnos en la calle
como fantasmas del aliento
de mi saliva que murió
... invisibles

ya no recuerdo nada
sólo las horas muertas
cronometradas hasta el hartazgo
entre domingo y domingo
 
 
 
(Pola Huarte, 1984)

lunes, 27 de diciembre de 2021

Alejandro Crotto * En el haras Vadarkablar

Hasta el corral de tierra y tablas
trajeron al retajo,
un criollo sin halo genealógico,
sin nombre inglés o propio o sangre pura,
a que probara conocer si estaba lista la alazana
alzada como un dios entre jejenes en la luz amarilla de la tarde
con tormenta de fondo; a ver si estaba honda y dispuesta,
veterinarios jóvenes de blancos guardapolvos entreabiertos
entraron el retajo lazo al cuello, y el caballo
meneaba cabizbajo entre resoplos la cabeza y de repente
la levantaba señalando a la alazana espléndida; y la yegua
tirante, sus ollares finísimos alerta, casi ciervo,
miraba de reojo mientras daba su grupa florecida,
y se hizo agua un poquito, se iba abriendo, parpadeaba
su sexo, y apartaba la cola, y el criollo
era potencia aproximándose creciente
hasta montar la yegua, y lo desviaron
las manos enguantadas, lo sacaron tirándolo del lazo y uno dijo
 
está lista, buscalo al Equalize que por las dudas la maneo
y mientras se acercaba por momentos de costado
luego enseguida pecho al frente,
desplegándose altivo, cabeceando
el aire que rompía al paso fino,
el padrillo valioso, se llevaron al otro hasta un corral
con bebedero hasta mañana, y el retajo
ya manso, hocico en agua,
temblaba en ráfagas oscuras
con mínimos relámpagos, no había viento,
se venía la noche.
 
 
 
(Alejandro Crotto, 1978)